TERREMOTO

A las amigas y amigos que se han preocupado por las noticias del terremoto en Chile, gracias por el cariño.
Les cuento que el evento se produjo en la zona norte del pais y el norte en este pais...esta muy al norte de Santiago. En esta zona no se percibio absolutamente nada.
En el norte la cosa fue bastante seria, pero afortunadamente no se han informado victimas y solo hay daños materiales menores en las ciudades y en casas antiguas y de material ligero en los poblados.
Al miedo inicial siguio el corte de energía electrica y de comunicacion telefonica.
Afortunadamente la poblacion en esa zona estaba bastante preparada, ya que a consecuencia del terremoto anterior (en 2005) las autoridades tomaron cartas en el asunto y se han realizado campañas educativas, simulacros y otras actividades con el fin de minimizar las consecuencias. Como fue en este caso. Las personas ya sabian como protegerse, como evacuar los distintos recintos donde se encontraban al momento del sismo. Incluso una mujer del interior salvo su vida al refugiarse bajo una mesa...sobre la cual se desplomo el techo de su casa.
Los temblores y terremotos son parte de nuestra historia y diario vivir. En este pais tiembla todos los dias. Pueden darse hasta 200 temblores imperceptibles cada dia.
Un pequeño temblor cada tanto es algo con lo que tenemos que vivir. Un terremoto cada tanto en el norte, el centro o el sur, que despierta todo tipo de reacciones politicas, religiosas, solidarias, etc, es parte de vivir en este pais.
Las razones, las saben todos los niños en nuestras escuelas, y son basicamente la existencia de 2 "costras" que chocan entre sí constantemente. Una costra en el fondo del oceano Pacífico, que durante millones de años insiste en esconderse debajo de la costra del continente. Cada tanto se produce más friccion de lo normal y se libera energia... y... cada año la Isla de Pascua esta 1 cm mas cerca del continente.
Solo 1 vez he vivido un terremoto en persona. El año 1985 , 3 de marzo, terremoto gado 8, casi 1 minuto de duracion. Mi familia y yo viviamos en un departamento en 7º piso y habiamos aprendido a no perder la calma con los temblores. Pero el terremoto me enseñó que la vida no tiene derecho a exigir garantía. Ese evento contribuyó a mi pragmatismo. Aprendi que en un punto el miedo no sirve y que lo unico que tenemos es el aqui y el ahora.